Somos ese aliado que los sostiene, que los mantiene en equilibrio sin que nunca jamás se den cuenta. A veces es duro que nadie nos vea ni nos registre y uno se siente que no es parte de eso. A veces no saben que nosotros estamos acá cuidándolos en silencio, pero alertas. Porque en definitiva eso es un amigo invisible, alguien que te cuida sin que lo notes. Un amigo invisible no anuncia su llegada, simplemente llega, y tal vez uno no lo registre, pero una vez que entro no se va nunca más. Y si, es raro, misterioso, te atrapa, pero da miedo. En el camino se van a sentir solos, van a tambalear pero van a encontrar la forma de hacer pie, de apoyarse en alguien. ¿Eso somos? Eso somos y seremos siempre. El amigo invisible, el aliado, como quieras llamarlo. El que ayuda.
martes, 23 de septiembre de 2008
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