viernes, 10 de octubre de 2008
Soy una princesa que vive en la torre más alta de un castillo. Está en una montaña tan alta que está cubierta de nubes. El malvado Frisco me tiene encerrada en esa torre, nadie puede enfrentarse a el.Muchos jóvenes valientes intentaron convertirse en héroes para enfrentar al malvado Frisco. Como toda princesa espero que un día mi héroe pueda vencer al malvado y me rescate. Mi única esperanza es que ese héroe que espero exista y que un día venga a salvarme. Un superhéroe tiene que enfrentarse al mal, ser fuerte, valiente, tiene que tener el coraje para rescatar a su princesa. Los cuentos de hadas, las historias de superhéroes, es como un refugio donde la vida es más fácil; en la vida real nadie es tan fuerte, ni tan poderoso, ni tan invencible. Detrás de la máscara, los superhéroes son frágiles como cualquier ser humano…cuando se cae la máscara el superhéroe puede llegar a ser imperfecto; es que los superhéroes no existen. Yo no espero que ningún superhéroe me venga a rescatar. Yo no espero un superhéroe, ahora se que alguien real me va a sacar de esta prisión, alguien sin poderes especiales, que me lleve a caminar de la mano, alguien real que me cuide y se deje cuidar, alguien que me abrace cuando todos los superhéroes fallen.Entonces sí, alguien imperfecto, sin superpoderes me recatará, me tomará de la mano y me llevará volando lejos…muy lejos de esta prisión.
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