miércoles, 7 de enero de 2009

Se llamaba Soledad y estaba solacomo un puerto maltratado por las olas, coleccionaba mariposas tristes, direcciones de calles que no existen. Pero tuvo el antojo de jugar hacer conmigo una excepción y primero nos fuimos a bailar y en mitad de un te quiero me olvidó. Esperanza no tenía más que el nombre la que no esperaba nada de los hombres coleccionaba amores desgraciados, soldaditos de plomo mutilados pero quiso una noche comprobar para que sirve un corazón y prendio un cigarrillo y otro mas como toda esperanza se esfumó. Por eso cuando el tiempo hace resumen y los sueños parecen pesadillas regresa aquel perfume de fotos amarillas

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