sábado, 7 de febrero de 2009


Una noche por delante demasiadas por detrás, confesándole a mi almohada que nadie me hace llorar . Cuando llegan las estrellas temo que mi sensatez subestime mi mania de querer volverte a ver . Y una vez que duerma mi cabeza, tomará el mando el corazón. Soñaré que tú me despiertas y aún vive tu apuesta por nosotros dos. Y aunque se que nuestra historia es la que nunca pudo ser, en algunos de mis sueños ser valiente es tu papel.

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